Situadas en el término municipal de Yaiza, las Salinas de Janubio es una de las zonas húmedas salineras más importantes del mundo y el ingenio salinero más sobresaliente de Canarias, así como las de mayor tamaño e interés del Archipiélago.
Este espacio data de finales del siglo XIX y su relevancia radica en que se trata de una intervención humana en el territorio estrechamente asociada a una explotación económica tradicional. Con una superficie de 45 hectáreas, esta actividad centenaria ha estado muy relacionada con el sector pesquero lanzaroteño y significó en el pasado más reciente el sustento de muchas familias.
Su producción a pleno rendimiento alcanzó unas 10.000 toneladas de sal. Hoy, su situación ha cambiado por el declinar de la pesca, la generalización de las técnicas de frío y la especialización económica de la isla en el turismo, lo que ha ocasionado que la producción haya disminuido.
Tratándose de un producto natural y ecológico, el mar y el sol son los elementos básicos necesarios para producir la sal, sin olvidar al auténtico protagonista de esta salina tradicional: la mano de obra de hombres y mujeres, salineros y salineras o, como son conocidos en Europa, salicultores.
La sal marina se recoge en tiempos soleados, la zafra es de abril a octubre, dependiendo de la climatología. La época invernal se aprovecha para trabajos de limpieza y mantenimiento de tajos y cocederos. El resultado es una sal natural, ecológica, sin conservantes ni aditivos, 100% marina, sal marina del Atlántico, con las mejores propiedades y de gran calidad.